Reseña El Hobbit

Autor

J.R.R.Tolkien, fue un escritor británico del siglo XX, profesor en Oxford y amigo cercano de C.S.Lewis (autor de Las Crónicas de Narnia). El Hobbit es un libro escrito específicamente para los hijos de Tolkien, en 1932.  

Trama

Bilbo, un rutinario hobbit tiene una vida bastante tranquila y sin sobresaltos. O así era hasta que un día Gandalf, un mago amigo del abuelo de Bilbo, lo visita para ofrecerle una oportunidad única: tener una aventura. 

Bilbo entonces se ve envuelto en una serie de episodios donde tendrá que usar su coraje, valor y seguridad -características que no está muy seguro de poseer-, con el objetivo de ayudar a un grupo de enanos a luchar y recuperar su antiguo reino en la Montaña Solitaria. Sin embargo para llegar allí tendrá que pasar por eventos con trolls, trasgos, criaturas en cuevas, wargos, hombres-oso, arañas gigantes, elfos, hombres, el Bosque Negro, dragones y hasta una Batalla en un Valle. 

Personajes

Bilbo: durante todo el libro (en especial la primera mitad), el pequeño hobbit tiene una especie de lucha interna acerca de si continuar con la aventura o resguardarse en su agujero-hobbit. Esta pelea constante es entre su gen Bolsón y su gen Tuk,  no obstante, casi siempre termina ganando la parte Tuk. Durante toda la trama, Bilbo crece como personaje, enraiza sus valores y sus acciones se vuelven cada vez más determinantes. 

Gandalf: el mago desaparece y aparece de la historia del libro y pocas veces se le puede notar su característica de mágico. En este libro no es tan sublime como podría parecer quizá en la trilogía mejor conocida de Tolkien, "El Señor de los Anillos". Sin embargo, aparece como un mentor y una sombra que guía pero que quizá no protege del todo, que les da espacio de acción para que tomen sus propias decisiones. 

Smaug: Aparentemente la causa y razón de los problemas de los enanos, tiene -irónicamente- una participación relativamente mínima (unos 3 capítulos).

Bardo: un personaje que aparentemente es ambiental, termina teniendo un papel de suma importancia en el último 1/4 del libro. 

Opinión personal

La trama en el primer tercio del libro creo que va un poco lento, esto se vio afectado porque me decepcioné un poco que Bilbo no fuera tan héroe como yo siempre había creído. No es tan importante a la historia y tan relevante a la aventura si no hasta que llega con Gollum. Por ejemplo, en el episodio con los trolls, él realmente no tiene un papel importante salvando a los enanos. 

De hecho, no es hasta que se internan en el Bosque Negro que Bilbo comienza a ser audaz y un verdadero héroe, creo que hasta que fue necesario que tomara esa actitud, lo hizo; es decir, cuando ya no había nadie que hiciera las cosas por él. Cuando ya no estaba Gandalf para cuidarlo(s). 

Por otro lado, la forma de escritura del libro en algunas partes es evidente que fue escrita para niños, como cuando Tolkien decide quitarle todas las partes de suspenso o en que uno -podría- dudar de la salvación de los protagonistas. En cuanto uno de ellos está en peligro, aclara "pero como veremos más adelante, eso no funcionó”, quitándole la emoción y el suspenso.Asimismo, en un párrafo deja desalentados a los personajes y en el siguiente lo arregle inmediatamente: “día tras día volvían sin éxito al campamento. [siguiente párrafo] Pero por fin, de modo inesperado, encontraron lo que buscaban”. Sin embargo esto es raro, porque ya al final del libro, relata un par de muertes de una forma muy rápida, sin descripción ni espera, no prepara al lector para ello. Por ejemplo, la muerte de Thorin. 

Asimismo, me sorprendió que quien matara a Smaug no fuera ni siquiera un personaje secundario, si no uno ambiental. Además de que le quita prioridad y peso a los personajes principales, los hace ver hasta mal porque dejaron que el dragón se fuera a desquitar con la población inocente del Valle. 

Algo que me agrada de Smaug es que en realidad no se da a notar que es realmente malo si no hasta que piensa en quemar los botes y campos de Esgaroth. Antes no, o podría decirse que no ya que si bien les quitó la casa a los enanos, hay partes en el libro donde el mismo narrador omnipresente duda que los enanos sean completamente buenos. 

Por otra parte, me agradó que durante todo el libro (pero especialmente durante la 2da mitad), hubo una crítica hacia la sociedad en general y los comportamientos egoístas de ésta, pero también hubo características que realzaron la importancia de ciertas virtudes como la amistad, el coraje, la honestidad, etc. Para ilustrar las críticas, esta personificado el gobernador de Esgaroth, ese personaje que era rico y que sólo buscaba su beneficio personal -sin importar que supuestamente estuviera sujeto a la búsqueda del bien común-. Se resalta su codicia, su egoísmo y su cobardía, ya que busca tener el tesoro de los enanos, pero sólo para él, y además huyó en cuanto las cosas se pusieron difíciles (al llegar Smaug). Además, con el gobernador, creo que Tolkien hace una profunda crítica al poder del discurso y la retórica en la política, aunque en ese momento todos los habitantes de Esgaroth estuvieran en su contra, el gobernador, con su discurso, hace que todos se olviden de él y le echen la culpa a los enanos. 

Para ilustrar las virtudes, está por ejemplo el personaje de Bardo, que ilustra la sensatez, sabiduría, valentía y capacidad de liderazgo, pues es quien mata a Smaug, protege a Esgaroth y decide servir como embajador del gobernador para hablar con Thorin, busca el beneficio del pueblo y lucha por ello. Además, no es codicioso ni tiene sed de poder pues admite que los viejos sabios deben gobernar aún cuando los “militares” han vencido y “merecido” su puesto como regidores.

Otro personaje que muestra algunas virtudes es Beorn, el hombre oso, que ilustra el valor de la confianza, amistad y hospitalidad. El mismo Bilbo -en ciertas ocasiones- es un ejemplo de virtudes, al tener coraje, defender a sus amigos, mostrar valentía, agudeza e inteligencia, además de buscar la resolución de conflictos por la vía pacífica (al entregarle el corazón de la montaña al rey Elfo y a Bardo). 

Finalmente, también se asoma lentamente (al final del libro) aquel fantasma de la guerra, que tuvo un impacto en la vida de Tolkien y que la retrata al criticar y resaltar todo lo negativo que conlleva.